Cuando el amor acaba.

Cuando el amor acaba

Conzultoría Matrimonial

Lic. Roberto Bautista López

Es difícil establecer en qué momento dejó de haber amor en la pareja, los motivos para ello son tantos e inumerables, desde que empecé a escribir en ZETA, establecí que los principales motivos de conflicto en las parejas son por cuatro razones básicas: económicas, sexuales, emocionales y legales, y que el principal motivo para que se den es la falta, mala o nula comunicación en la pareja.


Siempre he sostenido que el matrimonio es como una empresa, que hay que cuidar para que prospere y no se estanque o se dé la quiebra, otros más lo comparan con una planta de que hay que cuidar, regar y apapachar como lo hacen muchos al platicarles. Como sea y la forma de querer compararlo, creo que el matrimonio es lo que menos se cuida, ya que no es tan sólo comportarse bien y atender a la pareja, el matrimonio va más allá de la pareja, lo más desconcertante es cuando se da todo por hecho de que está bien la relación y resulta que cuando se presenta la crisis, uno u otro ni enterado estaba del porqué. Todo esto lleva a pensar que en un tiempo algo estaba pasando que no lo detectaron y no se dieron o quisieron dar cuenta, y al momento nadie se hace responsable de sus acciones y en buscar la forma de hacer responsable o de plano culpar al otro, sin ponerse a pensar que existe corresponsabilidad al no haber atendido su matrimonio.


Y les preocupe o no en desentrañar las razones, sienten que el amor está acabando o ha terminado, lo cual resulta en ocasiones una mala apreciación ya que el amor no acaba y se tiene probabilidades de rescatarlo; podrá acabarse toda la intensidad el amor que los llevó a casarse o vivir juntos, podrá dejar de decirse que se daría la vida misma por la pareja o el bajarle la luna y las estrellas, pero en el fondo queda un vestigio de ese amor que los llevó a unirse para siempre, persistirá un cariño que no se puede olvidar, podrá seguir existiendo un “te quiero” pero que jamás se volverá a decir, porque son y fueron muchas las cosas que llegaron a vivir y crear juntos, desde lo más hermoso que hubo para ellos, sus hijos, hasta todo lo que juntos fueron construyendo. Podrán odiarse como sucede a menudo una vez que la pareja termina su relación y así lo comentan, pero en el fondo difícilmente pude ser así, mas sin embargo en toda regla hay su excepción (caso diputado Molina que comentaremos en el siguiente apunte).


Cuando uno u otro por fin se atreve a decirle a su pareja que ya no la quiere o ama, en forma civilizada quiere dar por terminada la relación, decirlo con la mayor tranquilidad del mundo sin saber la gran desgracia que está causándole; manifestarse tranquilo en escuchar el desamor y no hacer nada, quizás por el shok que se está causando o por el tiempo en que se han ido distanciado que ya no causa sorpresa, pero quien recibe la noticia es el que realmente sufre, y aunque lo llegue a negar, el que toma la decision tambien sufre. También se da en escenarios en que tan sólo al manifestar el desamor surgen los gritos, improperios, amenzas y en ocasiones agresiones físicas, y aquí es cuando nace el odio que da por origen el considerar que ya no se ama.


Es por ello que muchas veces ante un consultor matrimonial, un terapeuta o quizás un psicólogo, se dan cuanta de que algo no les funcionó, que llegaron hasta ese punto pero que realmente todavía se sigue queriendo o en el mejor de los casos amando, que solos no pudieron, y que sin la ayuda profesional difícilmente lo conseguirían, y quizás rescatar algo de ese amor y tratar de mantenerlo, mas sin embargo no siempre es así, el amor acaba.